Por el año 1926 arriban a Uruguay la Familia Chiappella proveniente del Piemonte Italia. De un pequeño poblado montañes llamado Saint Giacomo de Robourent. Llegaron al puerto de Montevideo después de un largo viaje, en el que Andrés Chiappella y Doña Filomena Abona enseñaron a caminar a su pequeño hijo Giovanni en el barco.

Luego de llegar a Montevideo con pocas monedas en sus bolsillos se instalan en el paraje de Cuchilla de Rocha, donde Andrés Chiappella trabaja como capataz de varios establecimientos de la zona hasta que logra comprar su primera parcela para comenzar con los cultivos y continuar su tradición Italiana del salame, la huerta y el vino.
Más tarde por el año 1959 los tres hermanos Chiappella adquieren el predio en donde hoy se encuentra la Bodega, que ya existía una pequeña granja. Este predio lo llamaron Granja y Bodega Filomena es honor a su madre, en donde se producían uvas, peras, higos, membrillos, lechugas, morrones y tomates.
En el año 1988 Jesus Chiappella, hijo de Giovanni, compra la bodega y los viñedos a sus tíos y a su padre. Aquí se embarca en un proceso de reconversión de los viñedos, eliminando las cepas híbridas progresivamente e incorporando variedades más internacionales como la Cabernet Sauvignon, y el Moscatel de Hamburgo.

Jesús y Ada tuvieron 3 hijos, Karina, Laura y Martin. Todos se dedicaron a la producción vitivinícola, lográndose abocar de lleno a la empresa familiar, donde cada integrante se desempeña en un área dando lo mejor de sí en su tarea.